La idea de sorber (o tomar) un brandy añejo típicamente despierta imágenes de un caballero sentado junto al fuego después de la cena, quizás incluso fumando una pipa mientras lleva un traje de tweed (tela inglesa). Pero el pisco, un brandy sudamericano profundamente histórico y versátil, está agitando las cosas en los bares de cócteles americanos, ganándose rápidamente la reputación de ser un ingrediente de moda tanto en los brebajes modernos como en los tradicionales.
Su sabor súper suave y aromático equilibra suavemente su alto contenido de alcohol, lo que lo hace adecuado para beberlo solo o como base en la mezcla. Pero los derechos de presumir el origen del pisco no son tan claros como el color casi transparente de este brandy. Resulta que tanto Perú como Chile tienen una historia centenaria y muy disputada con el pisco. Producido por primera vez en el siglo XVI, se hace fermentando vino de las superdulces uvas que crecen en la costa de lo que hoy son Perú . Pero esas fronteras aún no estaban trazadas cuando se creó el pisco, por lo que ambos países reclaman el pisco como su propio invento – y su bebida nacional.
Una cosa en la que todos están de acuerdo es en su amor por el pisco sour – un cóctel único que contiene un poco de proteína con su combinación de jarabe simple, jugo de limon, bíter, pisco y espuma de claras de huevo. Por supuesto, ambos reclaman su receta, pero Perú fue más allá y nombró el primer sábado de febrero como el Día Internacional del Pisco Sour.
¿Qué significa «Pisco»?
Hay tres teorías sobre el origen del nombre. Se cree que la palabra pisco deriva de la palabra quechua pishku, que significa pájaro. No es de extrañar que la palabra se usara tan frecuentemente: La Reserva Nacional de Paracas en Perú y la costa chilena son conocidas como el paraíso de los observadores de aves. La mayoría de los historiadores dicen que el nombre de pisco (pishku) conecta directamente con el pueblo portuario peruano de Pisco, uno de los primeros pueblos registrados en los mapas de los exploradores. Otros historiadores señalan las vasijas de arcilla llamadas «pishkus» que se usaban para almacenar el brandy.
Dejando la historia a un lado, Perú y Chile continúan produciendo sus propias versiones del esta bebida popular. Las dos variedades comparten el nombre de pisco, pero son más como primos que hermanos gemelos. Cada uno mantiene su individualidad siguiendo los distintos requisitos de destilación y utilizando diferentes variedades de uvas, lo que finalmente da lugar a pequeñas pero notables diferencias en los gustos.
El pisco está claramente en el medio de un renacimiento moderno, dando a los americanos el placer de explorar este producto básico sudamericano – no se necesita chimenea, pipa o capa de tweed(tela inglesa).
Fuente: howstuffworks
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